viernes, 14 de noviembre de 2014

Día del Psicólogo en Venezuela



  • A modo de prologo

Colega, usted tiene motivos para la celebración por su esfuerzo, lamentablemente los directivos de la  asociación gremial no tienen ningún motivo sensato para celebrar nada. El día del psicólogo su única palabra debería ser la de dar explicaciones sobre la destrucción, pero eso, no está en su agenda “sui géneris”

Por su esfuerzo personal, por haber logrado titularse como psicóloga y psicólogo, por su genuina vocación, el 22 de noviembre es motivo de júbilo para estos profesionales venezolanos.

Hay que tener un sentido de la realidad muy “sui géneris” para que la destrucción de una asociación gremial sea motivo para la conmemoración, el festejo,  aplausos, aclamación, jolgorio.  
No es necesario hacer análisis, diagnósticos sobre la realidad de nuestro sistema gremial, bastaría con traer a la mesa tres situaciones injustificables para una mentalidad sensata.

1. La base legal de la llamada Federación de Psicólogos de Venezuela está totalmente desconectada de la Constitución Nacional y de todo el andamiaje legal vigente, claro, no es para menos, la ilustración es harto elocuente.

2. Los resultados de las últimas elecciones de la Junta Directiva Federativa, no dejan lugar a dudas sobre lo que piensa el gran gremio de psicólogos sobre la asociación gremial

3. La programación prevista por la Junta Directiva Federativa en ocasión del día del psicólogo es un indicador inequívoco sobre el sentido de la realidad “sui géneris” que tienen las personas que integran esa entidad.
Ni una sola palabra sobre la crisis de la organización gremial, ni una palabra sobre el absurdo de nuestra base legal, ni una palabra sobre el rechazo contundente que sistemáticamente ha demostrado el gremio en todas las elecciones de autoridades.
Compruébelo usted mismo, aquí está el enlace
https://www.facebook.com/photo.php?fbid=10152464657382321&set=p.10152464657382321&type=1&theater

No será tarea fácil reconstruir la imagen de nuestra organización gremial, si seguimos atrapados por la apatía.
 

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